Drybar
Después de 15 años como peluquera, Alli Webb dejó su trabajo para ocuparse a tiempo completo de sus dos hijos. Sin embargo, su pasión por el trabajo nunca decayó. Secaba el pelo a las mujeres de su barrio y la idea de convertirlo en un negocio más grande surgió casi automáticamente: secado sin corte ni color, a precios asequibles. En 2010, convirtió esta visión en realidad y abrió el primer Drybar en Brentwood, California. Hoy en día, hay más de 150 Drybars en todo Estados Unidos. Los productos y herramientas de peinado profesionales de Allis facilitan a las mujeres de todo el mundo conseguir el «Drybar Blow-out» perfecto en casa.