Diptyque 
Orphéon

París a principios de los años 60. En el barrio de Saint-Germain-des-Prés, la gente festeja toda la noche en los clubes de jazz, donde se reúnen artistas de todo tipo. La gente discutía, bailaba y reía, había bullicio y un ambiente tan efervescente como elegante. El Orphéon era uno de esos bares rebosantes de alegría de vivir, donde los tres fundadores de Diptyque que vivían en el barrio se reunían a menudo y con gusto. Como homenaje a esta época de amistades creativas, Orphéon se presenta hoy como un retrato olfativo de este grupo de reflexión. Una instantánea que capta las nubes de humo de los cigarrillos, mezcladas con los aromas empolvados del colorete y el olor ligeramente resinoso de la madera patinada. En el corazón de la composición de la fragancia se encuentra el ambiente de este lugar inolvidable, personificado por una cálida nota de haba tonka, entrelazada con un profundo cedro y espumosas bayas de enebro.